RUBENS, EL MAESTRO DE LAS CARNES Y DEL ÉXITO

Cuando oímos el nombre de Pedro Pablo Rubens (1577–1640) nos viene a la cabeza su obra LAS TRES GRACIAS, tres mujeres rubias entraditas en carnes. Está fatal describirlo así, pero llegará un día que la delgadez que actualemente está tan de moda, sea visto con ojos extraños. Pues eso, Rubens, famosiisisisismo en su época retrató en esta maravillosa obra maestra el ideal femenino de su época.
El arte no sólo es pintura, sino que nos muestra cómo éramos en el pasado. Ese canon de belleza de curvas y contracurvas es absolutamente bello, tanto hace cuatrocientos años como ahora. Las seguimos mirando con esos ojos de envidia. Se las ve tan hermosas...


Rubens en su época era lo más (para entendernos). Su fama se forjó paso a paso gracias a su mentalidad comercial. Creó un taller en Amberes de dónde salió unas 1.500 cuadros y unos 9.000 dibujos. Pintó para reyes de Europa, la alta aristocracia se peleaba por ser retratado por el maestro, la Iglesia no dejó pasar su maestría... Era el pintor de las altas élites.
Fue un gran personaje, porque al margen de su carrera como artista, fue diplomático para la Corona de España, fue un apasionado de la cultura clásica y gran coleccionista de arte. Un hombre listo, culto y famosos que arrasó con su forma tan característica de pintar, que hoy día no deja indiferente. Todos vemos una obra suya, y la identificamos a la legua.
En España tenemos una riquísima colección de este afamado artista. Fue el pintor predilecto de Felipe IV, el cual encargaba piezas para decorar sus palacios. El Museo del Pardo alberga la mayor colección de Rubens en el mundo.

Por todo ello, El Museo Nacional del Prado ha creado una exposición que podemos disfrutarla durante los próximos 2 meses. Ha reunido una parte troncal de esta colección dedicada al pintor holandés más importante de todos los tiempos.

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